Póstumo final...
El día de hoy, veintidós de febrero del presente año, declaro que estos labios mios añoran y extrañan tus labios rojos, que mi piel extraña el roce y calor de tus brazos, que mi cerebro (en especifico la tercera coyuntura del lóbulo frontal) y mis oídos extrañan el sondo de tu voz y tu risa loca, que mis ojos extrañan la imagen que el reflejo de los fotones le brindaba de tus ojos y tu cuerpo. Pero mas allá de lo físico, dentro de mi, muy en el fondo, allá donde la materia se trona ambigua entre lo físico y lo energético, donde no se distingue si algo es una partícula o es en realidad una onda, allí en el pequeño rincón entre los quarks que constituyen mi cuerpo y lo delimitan del universo entero, en ese minúsculo espacio donde habita mi alma inmortal, puedo sentir que me haces falta, de a poco por átomo, pero me haces falta, en la conjunción de todas las cosas. En ocasiones despierto y maldigo el momento en que la vida separo nuestros caminos, luego comprendo que por algo paso todo es