De musas celosas y Anticultura.
Hoy es día de un dos por uno en literatura, así que en parte me redimo del abandono ocasional que mi blog tiene cuando no tengo nada terminado por publicar, pero dejando de lado eso, empecemos... De musas celosas. La musa de la poesía me ha despechado, me ve altiva desde su balcón en la luna y me voltea la cara a la vez que dice, con desprecio, "cuentista". Es así cómo me enajena del manantial de la inspiracion que es su espiritu, cómo desahoga su rabia muda por mis abandonos, por mis desatenciones. Largas noches ha pasado mirándome, observando con fingida indiferencia mientras la musa de la prosa me susurra línea tras línea al oído. La musa poesia me esquiva por orgullo, por vanidad de sentirse más estetica, de verse a sí misma más elegante, más digna, por sentirse de las letras un "non plus ultra". Por eso es que me evade, por rencor, por saberse cambiada en mis noches por aquella que considera más burda, más fácil, más simple, por una