Deus Ex Mort (parte 1)
“ De todos los inmortales de los que eres hermana eres la más parecida a mí, por eso debo dejarlos a tu cuidado, debes hacerlos volver a mí, ellos son especiales”, la Muerte se levantó de la cama como cada ciclo solar. Una vez más había soñado con las palabras de Essa, aquellas ultimas que le dijo antes de dejarla abandonada en esta roca perdida en algún rincón del multiverso, cuidando a las no tan especiales creaturas. Ella cuidaba simples animales mientras Ya-mbar juega con seres de luz en las pléyades. Los dioses perdonen a Essa por adornar de más éste trabajo y luego no dejarle más que ese cachivatrón con el cual enviar mensajes, que estaba en desuso desde hacía siglos desde que Talidor se había puesto muy explícito en sus postales, pero al menos en ésta roca existía el café, a la muerte le encantaba el café; estaba la Muerte refunfuñando sobre su suerte cuando el cachivatrón brilló y un tubo dorado descendió por el conducto que lo conectaba a la irrealidad del multiverso, la Muer