Sobra gente.

En el mundo sobra gente, pero faltan personas,

faltan personas que sigan sus sueños,

faltan personas que crean en sí mismas

faltan personas que no quieran ser sólo gente.

Porque la gente es demasiada y a la vez no es nada,

la gente es una masa amorfa y viciosa

de cuerpos que viven la misma vida,

que temen los mismos miedos,

que siendo la escandalosa mayoría

pisotean, destruyen, desgarran y martirizan

todo aquello que desconocen, que ignoran.

Hacen falta personas que se atrevan a ser libres,

libres de pensamiento, palabra, obra

y si viene al caso también de omisión;

es un desperdicio tener la capacidad de sentir,

de crear, de inventar, de soñar,

si se ha de repetir el mismo sueño,

el mismo sentimiento que todos los demás.

Hacen falta personas que amen sin miedos,

que sepan entregarse por entero,

que no condicionen el amor, que entiendan

que amar y quedarse sin nada no es perder,

que pierden más los incapaces de amar

por tantear el camino, por no soltarse

al abismo terrible que parece el amor,

porque los amaneceres, las lunas llenas,

los besos, los abrazos, las risas,

los orgasmos, las lágrimas, las angustias,

los pesares, los dolores, los adioses,

eso nadie te lo puede quitar.

Hacen falta personas que alcen la voz,

que griten las penas, las alegrías,

que olviden el jodido recato anticuado,

que rompan la calma de los conformes,

que agiten el mundo de los ilusos.

Sobra gente que no sabe a qué vino al mundo,

sobra gente que repite como máquina

las mismas palabras, las mismas acciones.

Sobra gente que no aprecie las diferencias,

que viva de la opinión pública, que tema al cambio,

que espié tras las cortinas los días de los otros,

impotentes siempre de vivir los propios.

Sobra gente y no me canso de decirlo,

porque ya me han mandado callar demasiadas veces,

tantas, que dentro de mi pecho hay una explosión,

un montón de ruido que se me cuela en las venas

y me calienta la sangre de ver al mundo lleno de gente,

y encontrar tan pocas personas, de ver las calles llenas

pero sentirme tan solo, de que el mundo necesite

que haya personas que lo empujen a salir airoso

de lo que le ha hecho la gente, del desastre,

de que la gente no sabe nada e ignora que no lo sabe.